sábado, 4 de junio de 2016

El misterioso crimen de Sal Mineo que nunca fue resuelto...






SAL MINEO (1939-1976)




APUÑALADO EN HOLLYWOOD

Por Jesús Iglesias Lerroux

Un hombre tambaleante, con la camisa tinta en sangre y gritando desesperadamente, alcanzó a correr diez o doce metros desde la puerta de su hogar y luego cayó junto a la acera, agonizante.

Los vecinos llamaron a la policía y una ambulancia. Pocos minutos después, el tranquilo sector hollywoodense, habitado en su mayor parte por actores, entró en conmoción.

Cuando el hombre era introducido en la ambulancia, dejó de existir. La policía comprobó  que su billetera estaba intacta, pero no descartó el robo como móvil del crimen. Coligió que la víctima trató de defenderse y ello le costó la vida.

Sal Mineo, el actor que hiciera famosas las navajas de resorte y la chaqueta de cuero, características del delincuente juvenil de la época, murió de cuatro puñaladas el 13 de febrero de 1976.

Su asesino resultó ser Lionel R. Williams, un negro de 21 años que estaba en libertad condicional por falsificación de cheques.

En la celda de la prisión donde fue albergado Williams, se colocó un micrófono. Williams narró los pormenores del crimen a su compañero de reclusión, pero jamás aclaró si había matado a Sal para robarle o por cualquier otro motivo.

Mineo vivía solo —nunca se casó— y llevaba una existencia tranquila, aunque alejado de la familia, que residía en Nueva York. Le sorprendió la muerte en los días que ensayaba la obra “Posdata: tu gato ha muerto”, que debería estrenarse la semana siguiente en un teatro angelino.

Hijo de un matrimonio italiano emigrante, Mineo nació en Nueva York el 10 de enero de 1939. Contaba al morir 37 años.

En el papel de delincuente juvenil en la película “Rebelde sin causa”, junto al también desaparecido James Dean, ganó un Oscar, trofeo que agregó al Emmy obtenido por su papel de Dino en una serie de televisión. La crítica lo elogió sin embages por su interpretación del baterista Gene Kruppa y la encarnación de un terrorista en “Exodo”.

La mayoría de los papeles que le adjudicaron tuvieron relación con la delincuencia juvenil, lo que hizo que se le conociera como “el chico de la navaja”. Mineo raramente hizo vida social y se le conocían pocos amigos, todos actores.

Entre sus películas más sobresalientes figuran:

“Seis puentes para cruzar”, con Charlton Heston; “La vida privada del Mayor Henson”; “El planeta de los simios” y, desde luego, “Rebeldes sin causa”.

En televisión destacó en las series “Ellery Queen” y “Joe Forrester”. Y en teatro triunfó en varias obras, entre otras “El rey y yo”, con la que conquistó Broadway.


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