martes, 7 de junio de 2016

Artículo. Crónica de los sangrientos crímenes de Wonderland en 1981 con John Holmes como protagonista. Pornstar, drogas, crímenes.



LOS CRÍMENES DE WONDERLAND…



John Holmes

En el mítico barrio de Los Ángeles llamado Laurel Canyon la pandilla de Wonderland planeaba su siguiente atraco. Era domingo por la noche y ya no quedaban drogas ni dinero. La situación era desesperante. Habían vendido casi medio kilo de bicarbonato de sodio en miles de dólares hace un tiempo; había gente contratada para matarlos.

Ahora tenían otra idea. Estaban sentados alrededor de una mesa de vidrio con restos de pasta base en pipas mugrosas en el rincón del desayunador. Frente a los hombres estaban dos de sus esposas,  una placa de policía robada, varias pistolas automáticas y una hoja de
papel que era el plano de una casa. Había siete de ellos reunidos en la casa de amarillenta fachada de la avenida Wonderland, ubicada en
una calle empinada y sinuosa de los cerros que rodean Hollywood.  Joy Audrey Miller, 46 años, rubia, delgada, mal hablada, adicta a la heroína, con siete arrestos en su haber era la arrendataria; en sus mejores tiempos había estado casada con un abogado de Beverly Hills. Su amante, Billy De Verell, 42 años, también adicto a la heroína, aspecto de un Matón en un bar del hampa en El Paso. Ronald Launius, 37 años, también adicto y según un policía de California "una de las personas más frías que he conocido jamás".

La casa de la avenida Wonderland 8763 se rentaba a 750
La casa de la Av. Wonderland en la actualidad
dólares al mes. Tenía una escalera que llevaba de la cochera a la puerta principal y estaba rodeada por rejas. Había un teléfono en la entrada y dos perros Pit Bull que dormían en los escalones. Lo único sofisticado era el sistema de seguridad, por lo demás la pintura estaba agrietada y había manchas de humedad en casi todos lados; esa casa ofendía a la vista en un barrio emblemático y de moda. Laurel Canyon había sido durante mucho tiempo una zona residencial de prestigio, un lugar boscoso a pocos minutos de las luces y el ajetreo de un Hollywood de oropel; un centro de la contracultura de los años 60 que fue transformándose en un lugar elegido por los famosos.


Joy Audrey Miller 
Siempre había gran actividad en ese cuarto piso desvencijado, siempre había un nuevo plan. Miller, De Verell y Launius necesitaban drogarse todos los días. Por el momento, en esa noche del 28 de junio de 1981 la casa de la avenida Wonderland estaba tranquila. Cinco hombres y dos mujeres se reunían en el rincón del desayunador sentados en sillas giratorias, apoyándose contra las paredes. El plano que tenían frente a ellos mostraba una amplia mansión con un extremo elevado y tres dormitorios en un callejón sin salida del valle de San Fernando; tenía una piscina, una sala a desnivel, obras de arte y lo más atractivo de todo, grandes cantidades de dinero y drogas señaladas en el plano

Billy De Verell
arrugado. El hombre a quien pertenecía la mansión se llamaba Adel Nasrallah, conocido en los bajos fondos como Eddie Nash; estadounidense naturalizado que llegó California desde su Palestina natal a principios de la década de los 50s. En 1960 abrió un puesto de Hot-dogs en Hollywood Boulevard; a mediados de los 70s Nash tenía 36 permisos para vender alcohol, era dueño de propiedades inmuebles y otros bienes por valor de 30 millones de dólares. Nash tenía toda clase de clubes, satisfacía todo tipo de gustos; el Kit Kat era un club de striptease, el Seven Sears era un antro de arrabal frente al teatro de los chinos de Mann al otro lado de Hollywood Boulevard donde los bajos fondos respiraban sus aires


impuros en medio de una decoración tropical, un menú de bebidas especiales y un espectáculo de danza polinesia. Los clubes gays de Nash fueron los primeros en Los Ángeles que permitieron bailar a parejas del mismo sexo. Su club para negros era como un Harlem dentro de Hollywood. La policía de la época hacía un promedio mensual de 25 arrestos por drogas en otro de sus antros llamado Starwood; en un allanamiento al establecimiento confiscaron 2 cajas de cartón con 4000 Quaaludes falsificados (La metacualona es un medicamento sedante-hipnótico similar en sus efectos a un barbitúrico, un depresivo general del sistema nervioso central. Su uso extensivo ocurrió durante la década de 1960 y 1970 como un hipnótico, para el tratamiento del insomnio, y como sedante y relajante muscular. También ha sido usada ilegalmente como droga recreativa, comúnmente conocida como Quaaludes); un letrero en cada caja decía "Para distribuirse en la taquilla". Un sórdido mundo para una sórdida época.

Eddie Nash

Nash era un traficante de drogas y un gran consumidor; su droga preferida era el "freebase", o pasta base, cocaína base preparada en casa. Se fumaba entre 60 y 90 gramos al día. Su guardaespaldas, Gregory De Witt Diles era una masa de 120 kilos de criminal convicto experto en karate. Nash era un rey por derecho propio en un mundo oscuro donde las palabras se usaban poco.
Gregory De Witt Diles

Desde uno de los extremos del desayunador, un hombre alto de cabello rizado y barba rala señaló el plano que estaba trazado.

­­__ ¿Estás seguro de esto pija de burro?__ preguntó Tracy McCourt, el chofer de la banda.
__Seguro, no hay problema__ dijo John Holmes, 36 años y el hombre del plano.
__ Nash me adora. Piensa que soy famoso__.

John Curtis Holmes era famoso, al menos en ciertos círculos. Era famoso por el tamaño de su pene. En una carrera que abarcaría más de 20 años, Holmes filmó alrededor de 274
John Curtis Holmes
películas pornográficas y tuvo relaciones sexuales con 14000 mujeres según cuenta la leyenda. En la cima de su popularidad ganaba $3000 dólares por día con las películas, y otro tanto prostituyéndose en fiestas privadas con hombres y mujeres acaudalados de Estados Unidos y Europa. Desde finales de los 60s Holmes sacaba ventaja de sus dotes naturales. Su pene erecto, según la leyenda, medía entre 27 y 37 centímetros de largo. Sin embargo, últimamente la mayor mercancía de Holmes habían sido los problemas. Fumaba su ración de freebase cada 10 o 15 minutos y se tragaba 30 Valiums diarios para disminuir el estímulo. Las drogas afectaban su pene, ya no se le paraba, no podía trabajar en el mundo azul de la pornografía. Ahora era el repartidor de drogas de la banda de Wonderland. Su amante, Dawn Schiller, quien vivía con él
Dawn Schiller
desde los 15 años, se prostituía para pagar su adicción. Vivían en el destartalado Chevrolet Malibú de la esposa de Holmes, de quien él se había separado hace tiempo pero con la cual lo unía una relación casi maternal. Holmes robaba maletas de las bandas transportadoras del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles y compraba aparatos domésticos con la tarjeta de crédito de su esposa para luego revenderlos en efectivo. Todo por la droga. Hasta esos extremos había llegado la decadencia. Además le debía a Eddie Nash una pequeña fortuna. Ahora también les debía un favor a la banda de Wonderland.
Tracy McCourt

Holmes había frustrado una entrega y había tenido una fuerte discusión con De Verell y Launius; le quitaron la llave de la casa de Wonderland y Launius le dio un puñetazo y lo golpeó con su mítico bastón de madera de acacia. Le dijeron que tenía que hacer algo para compensar lo ocurrido. Sus confusas sinapsis le dibujaron una imagen: Eddie Nash. Grave error, quien baila con el diablo lo hace a su ritmo.

John Curtis Holmes tuvo la carrera más larga y prolífica en
la historia de la pornografía de la época. Tuvo relaciones sexuales en la pantalla con dos generaciones de primeras actrices, desde Seka y Marilyn Chambers hasta Tracy Lords, Ginger Lynn y Cicciolina. El mundo azul en todo su esplendor. Holmes se inició en el negocio alrededor de 1968, una época en que la pornografía apenas comenzaba a surgir del mundo clandestino de los espectáculos con bailarinas semidesnudas y de las casas de prostitución e incursionaba en la aceptación
Traci Lord
del público no sin ser manejado por oscuros personajes del hampa. Los años 60s, la píldora, el amor libre, las comunas, el sórdido mundo del intercambio de parejas, la perversa creatividad de los artistas de diversos medios de comunicación que forzaban el límite de lo aceptable tratando de escandalizar, los gritos de una generación tan cruel como frágil clamando libertades que se les habían negado; todas estas cosas crearon un ambiente en donde la
Ginger Lynn
pornografía pudo florecer. En cierto modo, Holmes era el gigoló de todos; un hombre de modales refinados que vestía ropa de poliéster con un bigote ralo, un cuello grueso y muchos botones desabrochados. No era amenazador en un mundo amenazante. Le gustaba mascar chicle y actuaba con exageración. Adoptaba un enfoque de cantante de bar en relación al sexo; deliberadamente suave, ostentosamente hábil, era un tipo que parecía hogareño con su anillo en el dedo meñique y un
Cicciolina
pene grande, que estaba convencido, era el sueño de todas las mujeres. La voz de Holmes era socarrona y complaciente. Por sobre todas las cosas le encantaba su trabajo: "Un jardinero feliz es aquel que tiene las uñas sucias y un cocinero feliz es un cocinero gordo. Yo nunca me canso de lo que hago porque soy un vicioso del sexo. Soy muy lascivo." Luego de tres años en el ejército, a la edad de 19 años empezó a trabajar como chofer de ambulancia y, poco después, conoció a Sharon Gebenini. Sharon era enfermera en el hospital USC County General y
John Holmes y Sharon Gebenini recién casados
trabajaba en un equipo que estaba promoviendo la operación quirúrgica de corazón abierto. Se casaron en 1965. Un día de verano, en 1968, Sharon llegó a casa más temprano. Había ido al mercado y planeaba hacer una cena especial para su esposo. Dejó su bolso en el vestíbulo, caminó por el pasillo hacia el baño y vio la puerta abierta. Adentro, estaba su marido. Tenía una cinta métrica en una mano y su pene en la otra.

__ ¿Qué estás haciendo?__ preguntó ella.
__ ¿Tú qué crees?
__ ¿Te pasa algo malo?
__ No, solo tengo curiosidad__ dijo Holmes.



Sharon fue al cuarto, se acostó y leyó una revista. Veinte minutos más tarde, Holmes entró en la habitación. Tenía una erección completa.

__Es increíble__ dijo John.
__ ¿Qué cosa?
__ Va de los 12 a los 15 centímetros. ¡25 centímetros de largo! ¡10 centímetros de diámetro!
__ Que bien__ dijo Sharon, pasando la página de su revista. __ Quieres que llame a la prensa? Sharon ignoraba que Holmes había empezado a trabajar recientemente en pornografía, luego de encontrarse en el baño del salón de póker Gardina con un fotógrafo profesional llamado Joel. Holmes era modelo de revistas ilustradas y bailaba en clubes. Ahora su esposo la miró fijamente durante largo rato. Por fin dijo:
Night Club Alí Babá propiedad de Eddie Nash

__ "Tengo que decirte que he estado haciendo otra cosa y quiero convertirlo en la carrera de mi vida."

Así comenzaron las fiestas que eran sólo para hombres y luego nació “Johnny Wad”. Holmes se dejó crecer el pelo, empezó a usar trajes de tres piezas. Él y Sharon adoptaron un extraño híbrido de vida doméstica. Ella pagaba los gastos de la casa, le lavaba la ropa
Kit Kat Club propiedad de Nash
y le preparaba la comida cuando él estaba en casa. John en cambio se quedaba con el dinero que ganaba en la pornografía y se lo gastaba en él mismo. Para el año 1973, John y Sharon compartían la misma cama pero ya no tenían relaciones sexuales. Sharon había llegado al extremo de eliminar las relaciones físicas pero no podía resignarse a echarlo de la casa.

__ La verdad__ dice ella__ es que yo amaba a ese necio, pero no me gustaba lo que hacía. Sharon nunca en su vida brilló por su inteligencia.
Sharon Gebenini

John se compró una camioneta "El Camino" y un gran diamante solitario que se convirtió en su marca comercial en las películas. Luego diseñó un anillo de oro y diamantes con la forma de una libélula, más tarde una hebilla de oro para cinturón que medía 20 centímetros por 12, la hebilla mostraba a una ballena madre nadando en el océano con su ballenato mamando debajo... John formaba parte de Salven a las Ballenas.
Dawn Schiller

Dawn Schiller apareció en la vida de Holmes en 1976. Era una adolescente y sus padres acababan de divorciarse. Había llegado en auto desde Miami con su padre y su hermana menor. El señor Schiller no tenía ningún plan en particular; se hospedaron en los apartamentos administrados por Sharon Holmes. Poco después comenzó el cortejo de Dawn. Cada vez que Holmes regresaba de pasar días o semanas fuera, llevaba regalos: ositos de peluche, rosas, un anillo. Una noche John le dijo a Dawn que se reuniera con él en la camioneta. Fueron a la playa. Estaba oscuro no había tránsito. Él le dijo:
Dawn con su familia

__ Te gustaría hacer el amor conmigo?__ Le dije que sí, lo amaba. Lo hicimos en la camioneta. Después de eso fui suya.

En 1978 Holmes consumía Freebase todo el tiempo. Había comenzado a drogarse para agudizar sus sentidos en el escenario de una película en Las Vegas y la fumaba desde entonces. Ahora ya no iba  ninguna parte sin su maletín Samsonite color café. Adentro llevaba sus drogas, su pipa de vidrio, bicarbonato de sodio, una botella de Ron 151, algodones para encender la pipa y una caja Petri para cocinar el polvo de cocaína en una base rocosa. Dawn también fumaba freebase casi todas las noches. Las adicciones son siempre contagiosas.

Seven Sears Night Club

__ Cuando cocinaba la coca__ dice Dawn, no dejaba rastro de ella; y luego raspaba la pipa y fumaba toda la resina que pudiera encontrar y luego tomaba un montón de Valium. Me pedía que le hiciera galletas de mantequilla de cacahuate, trocitos de chocolate, azúcar morena y mantequilla. Toda esa azúcar lo ayudaba a aterrizar. Se tomaba un vaso grande de leche y luego encendíamos la televisión para ver las caricaturas... Luego de tanta vida saludable se iba a dormir al cuarto de Sharon, quién para entonces se había hecho amiga de Dawn. Yo solía quedarme dormida en el sofá.
Dawn Schiller en su madurez

__La pobre muchacha estaba pálida. Yo ya sabía lo que estaba sucediendo__ dice Sharon. Él estaba aprovechándose de una niña. Yo quería hacerle saber que existía otro mundo, allá afuera, que John no era Dios Todopoderoso.

Holmes viajaba con más frecuencia, hacía películas en Europa, San Francisco y Hawai mientras se prostituía en privado y viajaba para los estrenos de sus películas por todo el país. En los escenarios era cada vez más difícil lidiar con él. La gente que trabajaba con él, que por cierto no eran monaguillos de iglesia, decían en tono de broma que había que dejar un rastro de freebase desde el baño hasta el dormitorio para que Holmes se pusiera a trabajar.

David Lind

Tracy McCourt dio vuelta a la derecha en Dona Lola Place, condujo 30 metros por el callejón, se estacionó y apagó el motor. Mientras McCourt esperaba, Lind, Launius y De Verell entraron a la casa de Nash por una puerta de vidrio corredizo que Holmes
Eddie Nash con su abogado
había dejado abierta de acuerdo con el plan. Lind encabezó el grupo y entró por el pasillo con una Magnum 357 en una mano y una placa de detective robada de la policía de San Francisco en la otra. Diles y Nash estaban en la sala. Diles vestía unos cortos y llevaba una bandeja con el desayuno. Nash llevaba puestos unos calzoncillos azules tipo bikini...

Gregory Diles

__ No se muevan!__ gritó Lind. __ Están arrestados! Somos oficiales de la policía! De Verell y Launius cubrieron a Nash. Lind se acercó por detrás la guardaespaldas descamisado y gordo. Tomó la placa con la mano que sostenía la pistola, la izquierda, y sacó las esposas con la derecha. Mientras trataba torpemente de esposar las gruesas muñecas de Diles, Launius se acercó a ayudarlo, tropezó y golpeó el brazo de Lind. La pistola se disparó. Nash cayó de rodillas. Suplicó que le permitieran decir una plegaria por sus hijos.


Billy De Verell

__ Al demonio con tus hijos!__ dijo Launius. Llévanos a donde está la droga.

Lind hizo rodar a Diles sobre el estómago, lo esposó y le echó un tapete persa sobre la cabeza. Luego se reunió con los demás en el dormitorio de Nash. Todo estaba en donde Holmes había dicho. Lind apuntó su 357 a la cabeza de Nash y le preguntó cuál era la
Ron Launius
combinación de la caja fuerte que estaba en el suelo. Nash se negó a darla. Entonces, Launius le metió en la boca el cañón de acero inoxidable de su pistola. En la caja fuerte del suelo había dos bolsas de plástico llenas de cocaína. En un maletín gris había joyas y dinero en efectivo. En una insignificante caja había varios miles de Quaaludes y más cocaína. Sobre el tocador había un frasco de laboratorio casi lleno de heroína. Lind ató con cinta las manos de Nash detrás de su espalda y le cubrió la cabeza con una sábana. Encontró una Browning 9 mm. debajo de la cama de Eddie y luego fue al cuarto de Diles, en donde encontró más armas. Mientras tanto, Launius le pidió a Lind su cuchillo de cacería. Se acercó a Diles, le quitó el tapete de la cabeza y le puso el cuchillo en el cuello.
Eddie Nash

__ En donde está el resto de la heroína?__ inquirió.
__ No lo sé__ dijo Diles. Launius encajó el cuchillo lentamente en el cuello de Diles. La sangre empezó a correr. De repente, afuera, Tracy McCourt empezó a tocar el claxon del auto en el que todos se darían la fuga.
__ Olvídalo!__ dijo Lind.
__ Vámonos de aquí!

A las 10 A.M., Lind, McCourt, Launius y De Verell entraron por la puerta de la casa de la calle Wonderland. Holmes saltó del sofá y se puso de pie.
Joy Audrey Miller de joven

__ Qué pasó?, cómo les fue?
__ No le digan nada__ exclamó Lind, cortante. Launius, De Verell y Lind entraron al dormitorio de Launius. Antes de salir de la casa de Nash habían decidido que sacarían a Holmes y a McCourt de la repartición del botín. Actuando con rapidez, Launius sacó cerca de 100 mil dólares del maletín y lo escondió en su cuarto. Holmes y Lind pesaron la cocaína. Launius contó los Quaaludes. De Verell contó el dinero. En la mesa había cuatro kilos de cocaína, cinco mil Quaaludes, un kilo de heroína China White de alta calidad y 10 mil dólares en efectivo. Las joyas serían vendidas más tarde en 150 mil dólares. Tremendo botín. Lind, Launius y De Verell, los tres que habían llevado a cabo el
Oddysey, otro Night Club de Eddy Nash
asalto debían recibir 25 por ciento cada uno. Holmes y McCourt se dividieron a la mitad la parte restante. En cuanto terminaron de pesar la droga Holmes se fue a la cocina para prepararse un poco de polvo de cocaína y endurecerlo... luego fue al baño a fumar. El resto de la banda se inyectó heroína y cocaína. Después de un rato, Holmes regresó a la sala. Se quejó acerca de su parte del dinero. Solo le dieron unos tres mil dólares. Sabía que Nash tenía mucho más dinero que eso en la casa. Sobrevino una discusión. Launius le dio un golpe en el estómago.
__¡Lárgate de aquí!__ gritó.

Gregory De Witt Diles, de un metro 90 de altura, 150 kilos de peso, irrumpió en la casa de Eddie Nash por la puerta principal, arrastrando a John Holmes por el cogote.

­­__ Aquí__ dijo Nash.

Diles le dio un empujón y Holmes resbaló por la alfombra. Nash cerró la puerta del dormitorio. Miércoles por la tarde, primero de julio de 1981, dos días después del robo. Dawn estaba a salvo en un motel de mala muerte. Una hora antes Holmes se había encontrado con Diles. El oscuro olfato de Nash había detectado el olor de Holmes quién sabe cómo. No se llega a ser un hampón de la talla de Nash sin tener un sexto sentido. Eddie Nash consumía drogas a
Eddi Nash
un nivel alarmante. Le habían robado cuatro kilos de cocaína pero la banda de Wonderland no había encontrado su almacén secreto y ahora hacía burbujear su pipa con rabia. Si no hacía algo rápido su reinado en los bajos fondos estaba peligro, su reputación estaba en jaque. Había enviado a dos de sus subordinados a conseguir más droga pero aún no regresaban. Dos clientes esperaban. Fumaban de la pipa de Eddie y miraban hacia la puerta. Holmes estaba en el dormitorio de Nash. Diles le dio una bofetada y lo estrelló contra el muro de la pared.

__ ¡Cómo pudiste hacer esto!__ gritó Eddie Nash. Diles volvió a pegarle.
__ ¡Confié en ti! ¡Te lo di todo!__
Barbara Easton Richardson

Nash y Holmes se habían conocido tres años antes en el Seven Seas. Nash era un gran fanático de la pornografía. Invertía dinero en películas, rentaba algunas oficinas para varias operaciones relacionadas con la pornografía. Holmes era uno de los grandes del negocio. A Nash le gustaba estar con él. Lo presentaba a todos sus invitados. Le daba cierto status en algunos círculos de la noche.

__ Me gustaría que conocieran al señor John Holmes__ solía decir.

Por su parte, Holmes hacía todo lo que podía por Nash. Con frecuencia le llevaba chicas. Durante la navidad de 1980 le obsequió incluso a Dawn. Nash correspondió con siete gramos de
John Curtis Holmes
cocaína. Holmes pensaba que Nash era el hombre más diabólico que había conocido, pero lo respetaba. Ahora, la situación no era tan amistosa. Holmes estaba en el suelo. Diles le apuntó con la pistola en la cabeza. Nash empezó a hojear una pequeña libreta negra que Diles había tomado del bolsillo de Holmes.
__ ¿Quién es ésta persona que vive en Ohio?__ rugió Nash. ¿Quién es Mary? ¿Tu madre? ¿Quién vive en Montana...? ¿Es éste tu hermano...? ¡Mataré a toda tu familia! ¡A todos!¡Regresa a esa casa! ¡Recupera lo que es mío! ¡Tráeme sus ojos! ¡Tráeme sus ojos en una bolsa y olvidaré lo que me has hecho! ¡Vete!.

Jueves, 2 de julio, 3:30 a.m. Sharon Holmes encendió la luz del porche y vio por la mirilla. Era John. No lo había visto en tres meses. Tenía la ropa desgarrada y estaba ensangrentado de los pies a la cabeza. Él miraba al frente, sin parpadear. Sharon abrió la puerta y se cruzó de brazos.
Susan Launius

__ ¿Qué pasó?!__
__ Un accidente...__ tartamudeó Holmes.
__ ¿Puedo... entrar?.
Fueron al baño. Sharon, una enfermera diplomada, buscó el botiquín, sacó yodo y algodón. Alargó la mano y tomó la barbilla de John, volviéndole la cabeza de lado a lado. Qué raro pensó, no hay cortadas... solo sangre.
Eddie Nash y Gregory Diles en la Corte

__ ¿Tuviste un accidente en Malibú?__
John miró a Sharon. Sus ojos parpadearon con rapidez. Habían estado casados durante 16 años. Sharon siempre sabía cuando él le mentía.
__ ¿Puedes llevarme a la bañera, por favor?__ dijo él.
John se metió a la tina. Sharon se sentó en la cómoda. "Y ahora ¿qué?", pensó ella. Él sumergió la cabeza y se pasó un trapo caliente por la cara. Luego se sentó.
Ron Launius

__ Asesinatos, dijo. __ Estuve allí__.
__ ¿Qué asesinatos?__
__ Fue mi culpa__ dijo John y sus ojos se llenaron de lágrimas.
__ Me quedé parado y los vi matar a esas personas.
__ ¿De qué estás hablando?.
__ Estuvo involucrado en un asalto__ empezó a decir John y le contó la historia. El plan, el robo, la amenaza de Nash que incluía a Sharon.
Billy De Verell

__ Así que le dije todo a Nash, le dije donde vivían los ladrones y como llegar. Tuve que llevarlos allá.__ dijo John.
__ ¿A quiénes?__
__ A tres hombres, además de mí.
__ Bueno, entonces los llevaste allá.
__ Los llevé allá. Había un sistema de seguridad en la casa. Yo llamé y dije que tenía algunas cosas que entregarles y pedí que me dejaran subir. Abrieron la reja de seguridad y nostros subimos por la escalera; cuando la puerta se abrió... ellos se metieron a la fuerza. Alguien me puso una pistola en la cabeza. Me quedé helado contra la pared... Vi como los golpeaban hasta matarlos.__
Barabara Richardson


__ ¿Y te quedaste allí?__
__ No podía hacer nada, eran ellos o yo... ¡Sangre! ¡Cuánta sangre había...!__
Holmes tenía una pesadilla. Giró en la cama y gimió dando puñetazos, grunía una y otra vez.

Los policías lo llamaron los asesinatos del cuarto piso. Joy Miller, Billy De Verell, Ron Launius y Barbara Richardson estaba muertos... la banda de Wonderland. El arma homicida era un tubo de acero con una rosca 




Joy Audrey Miller

en los extremos. Encontraron marcas de la rosca en las paredes, en los cráneos, en la piel. Los asesinos destrozaron la casa. Había sangre y sesos salpicados por todas partes, incluso en el techo. Los cuerpos fueron descubiertos por unos trabajadores de la casa vecina; habían escuchado débiles gemidos que provenían de la parte trasera de la casa. Una quinta víctima fue sacada de allí con vida. Susan Launius, 25 años, esposa de Ron Launius. Quedó internada en terapia intensiva, con un dedo 
La casa de la Av Wonderland la noche que
encontraron los cuerpos.

mutilado y daño cerebral. Los asesinatos fueron tan brutales que la policía comparó el caso con los asesinatos Tate-La Bianca, perpetrados por la secta Mason. Fue una época de asesinatos grandilocuentes.

El 10 de julio, la policía llamó a la puerta del cuarto de Motel y arrestó a Dawn y a Holmes. Durante los siguientes tres días, John, Dawn y Sharon fueron detenidos en custodia preventiva en un hotel de lujo en el centro de Los Ángeles. Había guardias armados en el vestíbulo y en los pasillos. John intentó hacer un trato con los policías. Quería que le otorgaran protección como testigo, quería 
Barbara Easton Richardson

un nombre nuevo, dinero, un hogar... el tipo de cosas con las que fantasea un drogadicto en algún momento y que no duran más que un suspiro. También quería nombres nuevos para Sharon y Dawn. Le ofreció secretos a la policía. Nombres de gente del hampa, de traficantes de droga, de prostitutas, de Cafishos. La policía quería saber quién había matado a la banda de Wonderland de manera tan brutal. Holmes se negó a decirlo. Lo dejaron libre.

Después de su arresto en Miami, Holmes fue juzgado por el asesinato de la banda de Wonderland. Su defensa fue simple: John Curtis Holmes era la "sexta víctima" de los asesinatos y Eddie Nash era "el mismísimo diablo".
Billy De Verell

__ Damas y caballeros__ le dijo su abogado al jurado__ a diferencia de algunos misterios, este no será una cuestión de "¿quién lo hizo?". Esto será una cuestión de "¿por qué no están aquí quiénes perpetraron el crimen?".
Al final, Holmes se negó a rendir testimonio. El jurado lo declaró inocente. Con la publicidad de los asesinatos, John Holmes se había convertido casi en una celebridad. La explosión de los videos porno apenas comenzaba y Holmes se convirtió en una especie de Marlon Brando de la pornografía. Ya no erar el actor principal... se fue convirtiendo en 

un bicho raro, quizás el primer Freak de los ochenta. En California Valley Girls, por ejemplo, actuaba en una escena; entraba y se sentaba en un sofá. Una chica entraba al escenario por la derecha. Luego otra chica y otra más. Al final, seis de ellas estaban estimulándole el pene al mismo tiempo. Así de extravagante y decadente era el ambiente en esa ciudad de Los Ángeles en los tiempos de antes del auge del sida.

A principios de 1983 John Holmes filmaba Fleshpond en un estudio de San Francisco. Una de las actrices de reparto era Laurie Rose. Laurie tenía 19 años; provenía de una pequeña ciudad cerca de Las Vegas. En la película la anunciaban como Misty Dawn, la reina anal.

__ La primera vez no trabajamos juntos__ dice Laurie, pero nos sentíamos atraídos. Parece tonto pero ya sabes, ves a alguien por primera vez y sientes que ya lo conoces.
Después de la película, John y Laurie, quien se parecía mucho a Dawn, empezaron a salir juntos. Fumaban freebase y tenían relaciones sexuales. Luego, cuenta Laurie:


__ La tercera vez que fui allí, se me acercó con el espejo y me dijo, "¿quieres un llegue?"
Me volví hacia él y le dije que no. Se quedó muy impresionado. Me dijo, "¿por qué no?" y le contesté, "porque me hace sentir rara y no
Todas las víctimas
puedo hablar". Se fue al baño y se encerró. Se quedó cerca de tres horas y me la pasé sentada allí, ya sabes, haciendo girar mis pulgares. Por fin salió y me dijo, "¿sabes qué? esta cosa también me hace sentir raro. Voy a dejarla."

Al parecer, Holmes cumplió su promesa y dejó de consumir drogas. John y Laurie se quedaban muchas veces en casa y veían videos los fines de semana. Durante el verano de 1985, John se hizo un examen que resultó positivo, tenía sida.
John y Laurie Rose en 1984

__ Cuando regresó__ dice Laurie, se estaba riendo de eso. Cerramos la oficina y nos fuimos a la playa. Escuchamos nuestras canciones favoritas, caminamos, conversamos. John decía que sentía que había sido elegido para que le diera sida por ser quién era, por su manera de vivir, lo hacía sentir importante.

John Curtis Holmes murió el 13 de marzo de 1988 pesando 44 kilos. Seis meses después, el 8 de septiembre de 1988, Nash y Diles fueron acusados formalmente por los asesinatos de la banda de Wonderland. Más tarde fueron absueltos para volver a ser acusados luego. Nash se declaró culpable y solo pasó 37 meses en prisión. Dawn Schiller se enteró que Sharon estaba viviendo en la indigencia y la fue a rescatar; le consiguió refugio y es su tutora legal.
Fue una época descarnada.

VIDEO COMPLETO DE LA ESCENA DEL CRIMEN







Eldoctorlecter

Lunes 6 de junio de 2016






 







    

1 comentario:

  1. Muy buen artículo. Hace solo unos días hice un artículo también sobre este mismo tema y lo que más me chocó fue la historia de John Holmes. De haber tenido dinero y fama a acabar metiéndose en esos líos. Una lástima la verdad, sobre todo viendo como murió. Dejo el enlace a mi artículo por si alguien quiere echar un vistazo:
    http://www.flipada.com/11-increibles-cosas-los-crimenes-wonderland/

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