viernes, 26 de agosto de 2016

Jimmy McShane... El "Tarzan Boy" que nunca cantó.

En los antros de los años 80 se escuchaba frecuentemente el grito de Tarzán, por culpa de Baltimora.

Sí, este proyecto musical de origen italiano hizo del tema “Tarzan Boy” un himno fundamental de la década, inundando todas las estaciones de radio y lugares para bailar desde su lanzamiento en abril de 1985.

No transcurrieron muchas semanas antes de que el sencillo llegara a la cúspide de los listados en Bélgica, Países Bajos, España y Francia, al tercer puesto en el chart británico y al sitio 13 en el Billboard Hot 100. Era no menos que una exquisitez sonora apoyada por un colorido video que la MTV no se cansó de rotar y en el cual el frontman norirlandés Jimmy McShane, con un atuendo holgado en blanco y café, llenaba la pantalla de baile, carisma y no poco maquillaje.

El sexteto no volvió a tener éxito semejante con otra canción a lo largo de su carrera y pronto, en 1987, el líder del proyecto, Maurizio Bassi, decidió desmembrar la agrupación al ver que las cifras se caían en todo sentido.

10 años después del cañonazo que implicó “Tarzan Boy”, McShane falleció por complicaciones asociadas al SIDA. No sólo tenía 37 años de edad al momento de su muerte, también se llevó a la tumba aquel 29 de marzo de 1995 un secreto que seis años después sería revelado por el productor Tom Hooker: él no era precisamente la voz de Baltimora.



Bassi, el auténtico genio y vocalista de la cuadrilla, había contratado a McShane para hacer mímica en los videos de la banda y fungir como el rostro público de la misma. Vaya, se había hecho de los servicios de un actor que jamás fue exhibido como los integrantes de Milli Vanilli, pero que básicamente se prestó a una jugarreta idéntica.


Como sea, con las vocales de Bassi o con los bailes de McShane, “Tarzan Boy” aún suena hoy día con una inocencia inmensa y una cadencia pegajosa que, en suma, hacen del llamado de la selva un exhorto perpetuo a la nostalgia de los ochenteros.

Jimmy McShane

Algo más conocida es la biografía del propio Jimmy McShane, la cara y voz de Baltimora. Nació el 23 de mayo de 1957,en Londonderry, Irlanda del Norte.
Jimmy McShane
Desde joven aprendió a tocar el bajo y la guitarra, y mostró gran habilidad para el baile. Hizo su debut tocando en pequeños locales de su ciudad natal y se presentó ante varias audiencias, sin tener gran éxito. Provenía de una familia humilde y conservadora, por lo que debió lidiar con el rechazo de su familia cuando les dijo que era gay.

En vista de su poco éxito artístico, decidió trabajar como técnico de emergencias médicas para la Cruz Roja en Irlanda

No se conoce con precisión como fue su encuentro con el autor Naimy Hackett y el compositor Maurizio Bassi, hecho que fue crucial para su carrera en el medio. Luego de algunos ensayos, deciden llevar a cabo el proyecto musical al que denominaron Baltimora.

McShane se presentó con una banda prácticamente anónima ante el público con la canción "Tarzan Boy", que en 1985 se convirtió en el gran éxito de la temporada y ganó mucho reconocimiento en la cúspide de los rankings europeos, especialmente el italiano yel inglés. Ese año participó en los festivales de música más grandes de Europa y en algunas presentaciones en Estados Unidos.

El éxito le abrumó en América, donde la única escala en listas fue "Tarzán Boy", gracias a la posterior inclusión en un comercial y después en la película Teenage Mutant Ninja Turtles III (1993). Sin embargo, la incapacidad de ofrecer un tema innovador y comparable al éxito anterior, lo llevó a desaparecer de la escena musical, sin tener mayores noticias sobre su actividad personal hasta su muerte.

En 1994 decidió instalarse definitivamente en Milán, donde fue diagnosticado con el virus del SIDA, a la cual sólo sobrevivió unos cuantos meses. Regresó a Irlanda, donde decidió pasar los últimos años de su vida.

Murió en su natal Londonderry el 29 de marzo 1995, a la prematura edad de 37 años. Un portavoz de la familia emitió la siguiente declaración después de su muerte: "Él se enfrentó a su enfermedad con valentía y murió con gran dignidad".

En el centro de Derry recibió una placa conmemorativa.


Tumba de Jimmy McShane

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