JUICIO Y FUSILAMIENTO DE CEAUSESCU
El 25 de diciembre de 1989 se produjo la ejecución del dictador rumano Nicolae Ceausescu y su mujer, luego de
que un tribunal militar los condenara a pena de muerte bajo los cargos de genocidio, daño a la economía nacional, enriquecimiento injustificable y uso de las fuerzas armadas en acciones en contra de civiles.
Nicolae Ceausescu fusilado. |
Según relatan los historiadores, mientras los ciudadanos de Romanía festejaban la noticia emitida por el tribunal, el matrimonio era retirado del patíbulo en una escena realmente escandalosa, durante la cual Ceausescu no dudó en gritar con toda su voz: “¡Viva la República Socialista de Rumanía! ¡La Historia me vengará!”.
Fusilamiento de Nicolae y Elena Ceausescu |
Pero aquel episodio que puso fin a los interminables crímenes cometidos por el dictador tuvo su inicio en realidad el 17 de diciembre de 1989, cuando Ceausescu ejecutó la orden para que el ejército disparara contra un grupo de personas que se encontraban manifestando en Timisoara.
La rebelión de los civiles rápidamente se extendió por el país, llegando incluso a la ciudad de Bucarest, lugar donde los historiadores aseguran que las Fuerzas Armadas decidieron no enfrentarse con los manifestantes.
La noticia llegó rápidamente a oídos de Ceausescu, quien ante el peligro que corría su integridad decidió huir junto a su mujer Elena y dos de sus colaboradores, con destino a la capital del país.
Cadáver de Nicolae Ceausescu en un depósito. |
A pesar de los intentos por escapar, finalmente el matrimonio Ceausescu fue arrestado por la policía durante un control de carretera, y enviado a las instalaciones militares.
Un día después, precisamente en la fecha en que la población cristiandad festejaba la Navidad, se produjo la ejecución del dictador y su mujer, y ese fue el motivo por el cual a más de 20 años del suceso, los ciudadanos de Romanía sienten aún la carga de haber ejecutado a dos personas en una jornada religiosa.
Elena Ceausescu luego de ser fusilada. |
Por su parte, para Ceausescu aquello no parecía importante, ya que hasta los últimos momentos de vida sostuvo la importancia de su régimen, e incluso muchos aseguran que murió cantando “La Internacional”, aquella famosa canción del movimiento obrero, que hoy se ha convertido en el himno oficial de los trabajadores.
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